El número de migrantes que llegan a La Gran Manzana cada semana ha disminuido desde que el presidente Biden tomó medidas el mes pasado para frenar los cruces fronterizos ilegales, dijo el martes un alto funcionario de la ciudad.
La vicealcaldesa Anne Williams-Isom dijo que la ciudad ha visto una disminución notable en el número de nuevas llegadas desde que Biden tomó medidas ejecutivas a principios de junio para suspender temporalmente las solicitudes de asilo para aquellos que cruzan la frontera ilegalmente entre puertos de entrada. La orden ejecutiva de Biden, que entra en vigor cuando el número promedio de cruces diarios en un período de 7 días supera los 2,500, hace que aquellos que cruzan ilegalmente no sean elegibles para el asilo y los somete a deportación expedita.
“Creo que hemos visto alguna mejora en la cantidad de personas que han estado llegando por nuestra puerta principal, basándonos en lo que está sucediendo en la frontera, basándonos en la acción ejecutiva que el presidente ha tomado,” dijo Williams-Isom, durante la conferencia de prensa semanal del alcalde Eric Adams en el Ayuntamiento.
Camille Joseph-Varlack, jefa de gabinete de Adams, señaló que alrededor de 900 migrantes ingresaron al sistema de refugios de la ciudad la semana pasada. Según el Ayuntamiento, ese fue el número más bajo de llegadas semanales desde finales de octubre de 2022.
Sin embargo, todavía hay 64,000 recién llegados bajo el cuidado de la ciudad de los más de 200,000 que han llegado a los cinco condados en los últimos dos años, dijo Williams-Isom. Aunque el número de migrantes que viven en refugios de la ciudad se ha mantenido en alrededor de 64,000 desde principios de año, la vicealcaldesa dijo que esa cifra “no es donde queremos estar.”
“Con la mayor población bajo nuestro cuidado siendo familias con niños, creo que realmente debemos enfocarnos en la reubicación para ver que esa población disminuya,” dijo ella. “Sesenta y cuatro mil no puede ser nuestra base, eso no es sostenible.”
La administración ha tomado sus propias medidas para reducir el número de nuevas llegadas bajo su cuidado —sobre todo, imponiendo límites de 30 días en las estadías en refugios para migrantes adultos solteros y límites de 60 días para familias de migrantes. Los funcionarios de la administración han insistido en que las políticas han sido fundamentales para reducir el censo del sistema de refugios de la ciudad.
Sin embargo, los defensores de inmigrantes y personas sin hogar argumentan que la administración no está haciendo lo suficiente para ayudar a los nuevos llegados a asegurar una vivienda estable y no rastrean a dónde terminan una vez que dejan los refugios de la ciudad.
Desde entonces, la ciudad ha impuesto reglas aún más estrictas en torno al límite de 30 días, siguiendo un acuerdo legal de marzo relacionado con su mandato de derecho a refugio, que ahora no permite a los migrantes adultos volver a solicitar refugio después de 30 días. Los migrantes pueden pedir una extensión, pero solo se les concederá si ciertas circunstancias atenuantes les impiden dejar el sistema.
La oficina del alcalde dijo que 17,800 avisos de 30 días se han enviado a migrantes adultos desde que el acuerdo de derecho a refugio entró en vigor a mediados de abril, con los primeros avisos venciendo a finales de mayo. Aunque dijo que los datos exactos no estaban disponibles de inmediato, Williams-Isom dijo “creo que las circunstancias atenuantes han ido bien.”
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